sábado, 9 de mayo de 2015

jueves, 24 de abril de 2014

Al otro lado de la cordillera




Hoy haremos un homenaje a la expresión que tomó forma en este blog a través de su título de portada: "Lo único constante es el cambio". Hace un par de años atrás estaba convencida en que Buenos Aires era mi hogar, estamos hablando de hace 3 años en realidad, cuando decidí quedarme.

2014 llegó y con ella una gran decisión, la de seguir mi camino cruzando la cordillera de los Andes, Chile sería mi próximo destino. ¿Por qué especialmente hoy si al fin y al cabo fue una decisión que ya tiene sus días encima? Porque tengo pasaje de ida pero no de regreso, el 14 de mayo, fecha en la que mi abuelo materno, el abuelo Gino, cumple 96 años... a modo de comentario, hace unos días mis abuelos cumplieron 67 años de casados... En fin, a perseguir metas personales y profesionales, lo hago con firmeza y con un poco de intención de aventura desmedida. El amor sí moviliza después de todo.

Sí,
alguna vez pensé que podría quedarme en Buenos Aires toda la vida, fue un pensamiento bien fundamentado en ese entonces. No creo que las personas cambien, creo que nuestro entorno cambia, al menos eso fue lo que influyó también después de todo. Buenos Aires enamora, y el primer amor nunca se olvida.

Chile, allá voy con todo, espero que no me recibas con un temblor.

lunes, 28 de mayo de 2012

Ricardo Torres y Laura Arestivo

Hay quienes viven sus vidas comparándola con las de otras personas, cuando deberían juntar todos los elementos de su entorno y otorgar cierto valor, pero no de forma desmedida... o si?

 Ese valor que le das a las cosas, diarios personales, el baúl de los recuerdos, los encuentros maravillosamente inesperados, una mirada a través de la ventana de un café, un roce torpe en el colectivo, una llamada del pasado. Ese valor personal, sobre eso quiero plantearme la siguiente pregunta. Qué tan bueno es vivir intensamente a través del valor a las cosas, momentos, situaciones, personas? Ese valor no lo mantenemos a través de los años, pero tiene tanto peso que queremos aferrarnos a la idea de mantenerlo tal cual está, con su gramaje indicado.

Vivir intensamente pero al mismo tiempo aferrarnos al pasado. Soy culpable de las acciones citadas en la frase anterior. Vivir intensamente es vivir el presente, y me aferro al pasado porque aprendo de él.

Entonces ahora junto los elementos de mi entorno, los recuerdos y las situaciones que me llevaron a ser la persona que soy hoy, que vive con intensidad modificada, hay que agregarle cierta dosis de paciencia, o sino la ansiedad aparece en escena y el entorno es visto a través de una cuello de botella.

Me ajusto a mi entorno, acepto la vida acelerada con aires de armonía y un gusto agridulce, más iluminado que oscuro. Me entiendo en él, porque estoy en donde tengo que estar. No comparo mi vida con la de nadie más, no encuentro el porqué. Solo tengo como ejemplo la vida de ellos dos, un amor que atravesó fronteras y apostó a verlo crecer.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Al final, me quedo

Definitivamente estoy enamorada de Buenos Aires. Sigo aprendiendo cada día algo diferente de la cultura, por ejemplo que al colocar una botella sobre un auto das a conocer que tu auto está en venta, alguien me podría explicar como surgio eso? Cada persona es un mundo realmente, y la campaña de personal no tuvo nada que ver con ese comentario."Qué se sho" como dice un amigo, pero esta ciudad me atrapó. Sigo estudiando, sigo pensando que estoy bien encaminada, sigo apasionada por muchas cosas que me intrigaban hace un par de años y por algunas cosas nuevas que jamás pensé que me dejarían algún impacto... como por ejemplo, me muero por ir al teatro ciego pero me inclino más para este finde hacia la noche de los museos este fin de semana... eso es otra cosa, se respira cultura en esta ciudad, y tu bolsillo no sufre de paso. Una de las cosas nuevas, es mi nueva pasión por el social media, vamos del 2.0 al 3.0... y seguimos enamorados de esta ciudad 1.0

sábado, 6 de noviembre de 2010

¿Quién se ha despertado con antojos poco usuales hoy?

Esto fue en enero del 2009 (imagen de un video...)
Con el dvd de la profesora y un tutorial en youtube, algo pude recordar, pero a pesar que uno deja de hacer algunas cosas, o las cambia por un periodo determinado de tiempo por otras, estas siempre quedan ahi y vueleven a aparecer en pequeñas dosis... en mi caso como un antojo de un sábado por la mañana.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Bauman, you are the man...


¿Pecado capital no redactar con sus propias palabras la siguiente entrada? Y encima hago un ridículo juego de palabras en el título... (la verdad que algo simpático tienen los juegos de palabras, son como los guilty pleasures). En fin, decir que estoy decepcionada es decir poco, la rabia, si, la rabia, no encuentro otra palabra, no me deja ser elocuente en este momento, porque no puedo soportar el echo de que no pude asistir a la videoconferencia de un gran pensador, el que prácticamente (bueno en gran parte) me inspiró a crear este blog...

Asi que aqui está, un copy paste, pero con un contenido que vale la pena profundizar (más adelante está el link de la videoconferencia)

Por otro lado, tengo serias intenciones de escribir sobre este artículo proximamente.... si tan solo el tiempo se pudiera hacer líquido y asi lograr "regar" la cantidad que queramos en donde consideremos que lo necesite más... sé perfectamente en donde estaría regando más de la cuenta...




Bauman y la liquidez
“Se me ocurrió porque –con la mínima fuerza que se le aplica a un líquido– cambia de forma. Eso sucede con todos los aspectos de la vida humana actualmente. No hay tiempo de familiarizarse con un estilo de vida, porque el cambio es constante. Hay que aprender lo nuevo y olvidar lo anterior a una velocidad sorprendente”.



Tiene 85 años, pero habla de Facebook con la naturalidad de cualquier usuario joven. Su edad no le impide una agenda vertiginosa. El jueves recibió en Oviedo el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010 y hoy estará en Polonia para presentar el libro póstumo de su esposa. Ayer, sin embargo, se hizo tiempo para visitar Buenos Aires; al menos virtualmente. El sociólogo polaco Zygmunt Bauman brindó ayer desde Inglaterra, donde dirige su fundación, una videoconferencia que se proyectó en el auditorio del Malba. Así comenzó el ciclo multidisciplinario X200 más , que pretende convocar proyectos que sirvan para reflexionar e imaginar los próximos 200 años del país.
El repertorio de Bauman giró siempre alrededor de su metáfora favorita, la liquidez, que desde la publicación de Modernidad líquida en 1999 incluyó en siete títulos más. El sociólogo explicó que difícilmente la humanidad pueda retroceder hacia la modernidad sólida que gobernó buena parte del siglo XX, porque hoy el mundo es otro. “Ahora tenemos más opciones, no tenemos que jurar lealtad incondicional a una sóla identidad. Podemos ampliar nuestras identidades, mejorarlas, y las redes sociales son como compuertas que podemos abrir para eso”, dijo. La contrapartida y de ese nuevo escenario líquido, pero más libre, es la pérdida de seguridades.
Para Bauman, la diferencia entre la vida online y offline consiste en una tecla: suprimir. “Las redes sociales, a diferencia de las relaciones humanas, son muy frágiles. Para conectarse con otro, se necesitan 2 personas, pero para desconectarse con uno es suficiente. Es el aspecto desagradable de la Red. Uno puede tener muchos amigos pero son amigos poco confiables”, aseguró. Las amistades de Facebook también fueron materia reflexiva cuando Bauman citó el caso de un amigo suyo, fascinado por haber hecho 500 amigos en esa red en un sólo día. “Yo tengo 85 años, pero en toda mi vida nunca logré tener 500 amigos. Así que Facebook puede ser una ventaja”, dijo antes de que el auditorio rompiera en carcajadas. Pese a la crítica irónica, celebró que los usuarios puedan acceder a las redes sociales con múltiples identidades, algo que favorece una convivencia pacífica con los otros. “En ellas uno siempre está expuesto a negociar con todo el mundo. Es algo muy importante en nuestra sociedad mixta y combinada. Uno convive con esas diferencias, es como una escuela de negociación de diferencias”, sentenció.
El sociólogo también se refirió al impacto de las redes en tiempos de amor líquido. “Las relaciones ahora se pueden romper sin previo aviso y cualquier desacuerdo adquiere la grandiosidad de un conflicto irrenconcialiable. Es la manera en la que vivimos”, dijo. Algo parecido –asegura– ocurre en el mercado laboral.
Al final le preguntaron sobre qué les cabía esperar a los argentinos en los próximos 200 años. “Quisiera desearles lo mejor, pero no tengo un mensaje opitimista: es probable que sean años que impliquen un esfuerzo muy grande para adaptarse”. Nada de optimismo, ni líquido ni sólido.
Vea la videoconferencia de Zygmunt Bauman en http://www.revistaenie.clarin.com/



http://www.clarin.com/sociedad/Bauman-teorico-liquidez-enamoro-Web_0_361163965.html

lunes, 30 de agosto de 2010

Descorchando un viejo vino, casi dejado en el olvido


*

Con la intención de comenzar un libro que terminaría en muchos años (algunas historias aún no están escritas, otras ya dejaron su huella), escribí estos párrafos en forma de prólogo (un borrador del borrador podría ser). Actualmente después de decidir dar por terminada una relación que nunca terminaría por aportar nada positivo, y a causa de mi reciente despido de una productora (el cual fue totalmente injusto), decidí retomarlo. Aquí va un primer acercamiento al libro que aún no tiene título. 
(Podría llegar a tener más adelante alguna influencia de los libros de WEI HUI...)



¿Cuales son realmente los momentos que te marcan en la vida? De los cuales sentís que no te podrás reponer o que por lo menos por arte de magia (por que nada está escrito) aprenderás algo. Realmente sucede que cuando nos separamos de alguien, esa persona termina por robarte un cuarto o dos de tu esencia, de tus ganas de enamorarte siquiera del amor. Tanta pasión inescrupulosa tiene ese efecto, no se puede después de todo planear  sobre lo intangible, los resultados  pueden ser nefastos, con o sin plan. Al final no estoy escribiendo para entretener a nadie, ni para que se sientan identificados, estoy simplemente buscando a alguien que me enseñe como equilibrar la razón y las emociones, si se dan cuenta ya comienza a ser algo difícil por el simple hecho de que la balanza se inclina más hacia “las emociones” ya que son muchas, y por otro lado, la razón queda suspendida en el aire, sola.


Creo que todo ha comenzado cuando empecé a entender porque cada uno de nosotros necesita tener un psicólogo, con tan solo 12 años de edad. No hace falta entrar en detalles, el poder expresarnos con un profesional que posiblemente no debería estar juzgándonos es reconfortante. Ese sentimiento lo descubrí mucho más tarde, al tener problemas un poco más reales y menos existenciales. Hasta entonces, me conformé con escribir, ante la espera de la llegada de una mejor comprensión del mundo que llegaba con la madurez. Escribiría lo que se me ocurría de lo más trivial a lo más complejo de la telaraña de pensamientos y sentimientos.
Es así, uno escribe porque define a la acción de escribir como herramienta en la terapia. Terapia para solucionar qué? Solucionar un problema sobre algo intangible y casi inalcanzable, el buscar siempre sentir intensamente. Y solo existe un sentimiento que genera ese problema, el amor, y más precisamente la búsqueda del mismo.
12 años, sólo conocemos a esa edad lo que nos rodea, y no buscamos un significado ulterior a absolutamente nada. 2 años después, el cambio es radical. 2 años después todo se vuelve más intenso, las preguntas son numerosas y variadas, hasta que llega un punto en qué detestamos ser de la manera que somos y no podemos evitar preguntarnos si todo en lo que creemos es realmente importante. Qué es importante? Lo que nos defina, la gente que nos rodea.  Si, la gente, por que solos no nos podemos definir y el camino quedaría incompleto.
Por lo tanto, ¿qué termina siendo importante y real? Las personas que nos llevan a sentir intensamente.
Hola, Soy Natalia, adicta al amor intenso, al amor que tiene un comienzo claro y un final definido. Al amor que sabes que tiene fecha de vencimiento y por eso lo vas a disfrutar como si la vida de ambos terminara mañana. Ese es mi vicio, el cual no termina hasta que vuelva a ver a esa persona y deje de tenerlo en un pedestal. Hola de nuevo, sigo siendo yo, adicta al “amor”, las comillas no son un accesorio, ese “amor” que no es real, físico, al cual me es casi imposible dejarlo ir, de alguna forma me termina siempre encontrando.  Un día las cosas cambiaron, ese amor intenso me terminó por consumir poco a poco hasta el punto de darme cuenta que fue real, pero al llegar a ese punto me di cuenta que no tengo como recuperarlo, por eso la necesidad de volver a verlo para poder decir, aquí cierro capítulo.

Me parece que es un error cuando se pretende abstraer al ser amado de todas las circunstancias en las que se le conoció y en las que vive, cuando se hace el intento, con una laboriosa concentración, purificar del todo lo que no es él mismo, y por lo tanto también de la historia que junto a él se ha vivido y que forma el perfil del amor.


* Foto tomada por Camilo Cuevas en los bosques de Palermo, Diego Miranda y yo... ¿realidad o ficción? un poco de amor había, eso sí...